Pensamiento
pedagógico
Paulo Freire basó su
pedagogía en la idea de liberar al individuo a través de la educación “La gran tarea humanista e histórica de los
oprimidos: liberarse a sí mismo y liberar a los opresores”. La manera de realizarlo es a través de la
educación, a la que definió como un proceso destinado a la liberación y el
desarrollo de la conciencia crítica. Teniendo en cuenta el contexto económico,
social, cultural e histórico de cada estudiante, abogó por una educación
humanista, transformadora que fomentara su conciencia crítica.
Propone a los maestros
que observen cuidadosamente el universo de sus estudiantes, se adapten a su
vocabulario y los incentiven a “salir de la cultura del silencio” para
reconocerse como protagonistas de su propia cultura. En el libro “Cartas a
quien se atreve a enseñar”, dedicada a futuros educadores, pone de manifiesto
aspectos dedicados a la práctica docente y como a través de ellos llegar a un
equilibrio en la labor educativa. Una herramienta imprescindible en el aula
En su libro más destacado y difundido “Pedagogía del
oprimido” expone la existencia
de dos tipos de educación, la domesticadora y la libertadora. La primera a la
que también denomina “educación bancaria” pone al maestro como figura central
del proceso de enseñanza, solo él tiene el conocimiento e impone el saber al
educando, cuya única labor es escuchar y obedecer. La segunda, que es la
alternativa que propone Paulo, ve en la educación un proceso de conocimiento, formación
política, manifestación ética, búsqueda de belleza, capacitación científica y
técnica. Como un nuevo vinculo profesor- alumno y el camino hacia la liberación.
Consciente
del problema de analfabetismo adulto que enfrentaba su país natal, Freire dedicó
gran parte de su vida a procurar que las personas aprendieran a leer y a
escribir, con una metodología pedagógica única que en 1970 y 1980 se llamaría
“método Paulo Freire” el
cual influyó las renovaciones pedagógicas que tuvieron lugar en América Latina,
África y Europa durante la segunda mitad del siglo XX.
Promovió
una educación humanista dirigida a integrar al individuo a la realidad
nacional. Sus propuestas influyeron en las nuevas ideas liberadoras de América
Latina.
“Reconocer la importancia de
nuestra tarea como educadores, no significa pensar que es la más importante de
todas. Significa reconocer que es fundamental. Y algo más: es imprescindible
para la vida social.”
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