miércoles, 26 de abril de 2017

Francisco Giner de los Ríos





ÍNDICE (según entregas):
1.      FICHERO BIBLIOGRÁFICO
2.      BIOGRAFÍA
3.      PENSAMIENTO PEDAGÓGICO
4.      INSTITUCIÓN
5.      INFLUENCIAS
6.      ACTUALIDAD


1.      FICHERO BIBLIOGRÁFICO

DATOS BIOGRÁFICOS DE FRANCISCO GINER DE LOS RÍOS
-          Nace en Ronda (Málaga) el 10 de octubre de 1839.
-          Muere en Madrid (1915).
-          Estudió Derecho y Filosofía en las Universidades de Barcelona, Granada y Madrid.
-           Cambiaban continuamente de hogar, pasando así su infancia y primera juventud en Andalucía y Levante.
-          Los primeros rasgos que se hacen notar en la biografía de don Francisco son su inteligencia y las múltiples amistades que perdurarán largo tiempo.
-          Inicia sus estudios universitarios en Barcelona en 1852 recibiendo la primera iniciación filosófica en la cátedra de Llorens.
-          Vuelve a Granada para cursar nueve años académicos y realizar el examen de Jurisprudencia; además de cursar cuatro años el Bachillerato en Filosofía y Letras.
-          Se muda a Madrid licenciado en Derecho Civil y Canónico.
-          Entre sus aficiones más destacadas se encuentran la pintura y la música.
-          En su último año en Granada participa en la Revista Meridional.
-          En 1875 tuvo que abandonar sus estudios por oponerse a las normas de la religión católica y a la monarquía.
-          En 1875 también fue encarcelado en Cádiz.
-          1876 funda la ILE: centro educativo privado basado en modelos pedagógicos modernos, laicos y progresistas, que se proponían como alternativa a la enseñanza oficial dominada por la Iglesia.
-          Otros fundadores: Gumersindo de Azcárate y Nicolás Salmerón.
-          Participantes: Joaquín Costa, Augusto González de Linares, Hermenegildo Giner, Federico Rubio.
-          Dedicación principal: enseñanza primaria, secundaria y universitaria.
-          La ILE decae con la Dictadura franquista.
-          Fundación de otros organismos públicos: el Museo Pedagógico, la Junta de Ampliación de Estudios, la Residencia de Estudiantes o el Instituto-Escuela.
-          A Giner de los Ríos le sucedió Manuel Bartolomé Cossío.

Recogemos esa información de las siguientes páginas webs y libros encontrados:

- Romero, A. Machín (2016), "Francisco Giner de los Rios y la Institución Libre de Enseñanza", Valencia, Club Universitario.


- Jiménez-Landi, A. (1996), "La institución libre de Enseñanza y su ambiente", Madrid, Editorial Complutense.
 
- García, A. J. (1997). Jimenez-Landi, A : La Institución Libre de Enseñanza y su ambiente. Tomo I “Los origenes de la institución.
 
- García, M. Nieves Gómez  (1983). Educación y pedagogía en el pensamiento de Giner de los Ríos. Sevilla, Universidad de Sevilla. 

- Colmenar C., Rabazas, T., y Ramos, S. (2015).Francisco Giner de los Ríos y su legado pedagógico. Madrid, Libros de la Catarata. 
 
- Luzón, J.M. y López F. M.,(2013) La Institución Libre de Enseñanza y Francisco Giner de los Ríos: nuevas perspectivas, Vol I.- Reformismo Liberal. La Institución Libre de Enseñanza y la política española, Madrid, Fundación Francisco Giner de los Ríos (Institución Libre de Enseñanza) con Acción Cultural Española.



El fichero bibliográfico de Francisco Giner de los Ríos se podría decir que está dividido en dos etapas: la primera, desde que comienza a realizar sus primero escritos y, la segunda, a partir de la fundación de la que fue su mayor creación, la Institución Libre de Enseñanza (1876).
La primera obra que podemos encontrar de dicho autor son los “Estudios Literarios”, divididos en ocho tomos. Se compone de 182 páginas en las que recoge historias vividas durante su etapa más joven. Hacia 1862, comenzó a colaborar en “La revista meridional de Granada”, la cual, fue el precedente del “Boletín Universitario”, donde se trataban temas como: la literatura moderna, opiniones sobre filosofía aportadas por otros autores y, también, asuntos políticos.
Posteriormente, continuó elaborando notas de actualidad en “La Bética”, una revista científica, literaria, artística e industrial.

La corriente pedagógica de Francisco Giner de los Ríos, podría decirse que comienza a través de la influencia de un autor alemán: Krause. A partir de ese descubrimiento, comenzó a hacer traducciones de sus obras, haciendo un recorrido por la historia literaria. Más tarde se publicaron: “Estudios de Literatura y Arte” y “Bibliografía”.
Entre 1866 y 1867 se publicaron las “Bases para la teoría de la propiedad”, que comprendían tres estudios; “Sobre la transmisión de la propiedad” (1866), “Sobre la vinculación de la propiedad” (1866) y su Tesis doctoral (1867).
Coincidiendo con la Revolución de Septiembre (1868-1872) se publicó “La política antigua y la nueva”, donde el autor hace un recorrido por las ideas y doctrinas políticas de la época a la que pertenecía.
Tras su llegada a Madrid, en la Universidad donde él impartía clases fundó el “Boletín- Revista de la Universidad de Madrid”. Aquí se hicieron publicaciones tales como “La juventud y el movimiento social”, donde se incluyeron artículos referidos a la futura Ley de Instrucción pública (“Plan de una Instrucción a la Filosofía del Derecho”).
En 1872, se centró en la soberanía política y, posteriormente, en 1874, se publicaron dos obras: la primera, “Lecciones sumarias de Psicología y principios del Derecho Natural” y la segunda, “Prolegómenos del Derecho”.
En 1875, año en el que fue encarcelado en Cádiz, escribió artículos sobre las “Principales instituciones de Enseñanza superior de Europa”, e hizo traducciones de los “Principios de Derecho natural” de Roeder.
Finalmente, en 1876, fundó la que seguramente fue su mayor obra: la Institución Libre de Enseñanza, fruto de la llamada segunda cuestión universitaria que se produjo en España a finales del s. XIX. El objetivo de esta Institución era mejorar la atrasada sociedad española por medio de una reforma educativa. Era un centro educativo privado basado en los modelos pedagógicos laicos, modernos y progresistas. En los primeros años se impartían  estudios universitarios que, posteriormente, también se centraron en la enseñanza primaria y la formación superior.
Giner de los Ríos junto a otros colaboradores como Gumersindo de Azcárate y Nicolás Salmerón, asentaron las bases de lo que vendría a ser la Institución. Algunos de los principios por los que se debía regir fueron:
  1. Tener como función principal la enseñanza de la ciencia.
  2. Ser una educación laica y ajena a cualquier tipo de religión, escuela filosófica o partido político. Los profesores serían elegidos libremente por una Diputación de patronos. Además, se tendrá muy en cuenta  su vocación, la severidad, la conducta y las dotes como investigador y expositor del maestro. En caso de perder alguna de estas dotes, sería separado de la enseñanza. De esta manera se intentaba acabar con que grandes investigadores que no saben dar clases no pudiesen entrar dentro del sistema educativo.
  3. Se publicaría mensualmente una hoja en la que se explique a modo de resumen los contenidos explicados y los trabajos calificados.
Finalmente, tras el estallido de la Guerra Civil Española y la posterior dictadura franquista, la ILE se vio paralizada.
Los cinco años transcurridos desde la caída de la Unión Liberal y la Revolución de 1868 se caracterizaron por una inestabilidad gubernamental, en la que se restringía la libertad de imprenta o se ejercía un control eclesiástico en la educación pública, entre otras medidas.“Había problemas para que hubiera un modelo liberal con la visión organicista del krausismo o postulados del liberalismo con la tesis de la democracia”.
Los krausistas que fueron apartados de sus cátedras universitarias apoyaron la Revolución de 1868, denunciada más adelante por exceso de violencia por Francisco Giner entre otros. Giner se solidarizó con estos krausistas y renunció a la cátedra de Derecho que le otorgaron en 1866, recuperándola tras La Gloriosa.
La relevancia de la pedagogía, la necesidad de la ciencia para interpretar la existencia o  el valor de la razón fueron algunos de las ideas krausistas que los republicanos estaban concibiendo.

La Institución Libre de Enseñanza, tiene su origen en la Academia de Estudios Superiores. Gracias a los contactos de Hermenegildo Giner,  se pudo fundar la ILE. Hermenegildo introdujo ideas de Tiberghien, que humanizaba las ideas de Krause. Francisco Giner de los Ríos, hermano de Hermenegildo, aportó nuevos aspectos a la participación de este.
Hermenegildo participó activamente en la ILE, ayudando a su hermano y fundadores en actividades como el funcionamiento docente de la misma. En las memorias que escribió́, permite ver la evolución pedagógica de la Institución, así como la continuada creación de las distintos centros de enseñanza.
Lo que diferenciaba sobre todo a los dos hermanos Giner fue la vocación política de Hermenegildo, calificado a su muerte como joya del republicanismo español.
Esta vocación política marcará diferencias con su hermano Francisco.
Aunque este último no participara en política de manera activa, sí que participó en la Redacción del título de los derechos de la Constitución de 1869.

También hemos recogido información de revistas de historia, concretamente de la revista “HISTORIA 16” en su artículo 49, donde le dedican un espacio principal a la ILE exponiendo cómo surgió, por qué y anécdotas varias.



2.      BIOGRAFÍA

Francisco Giner de los Ríos, hijo de Bernarda de los Ríos Rosas y de Francisco Giner de la Fuente, nació el 10 de Octubre de 1839 en Ronda (Málaga) y fue bautizado con el nombre de Francisco de Borja Juan de Dios María de la Concepción.
La familia por parte de madre (Bernarda) era rondeña, mientras que la del padre era malagueña de Vélez.
Debido al trabajo de su padre, funcionario de Hacienda, cambiaban constantemente de domicilio, de modo que su infancia y su juventud temprana tomaron parte en Andalucía y Levante. Debido a esto, cursó cinco años de la segunda enseñanza en el Colegio de Santo Tomás de Aquino, de Cádiz (en 1847, donde y cuando nace su hermano Hermenegildo). Estuvo a su vez adscrito a la Universidad de Sevilla para continuarla, después, en Alicante, donde recibió el grado de Bachiller en Filosofía (17 de Junio de 1852). Finalmente, acabó estudiando Derecho y Filosofía en las Universidades de Barcelona (donde recibe la primera iniciación filosófica en la cátedra de Llorens, de quien fue alumno predilecto y discípulo influenciado en la disciplina del pensar y el puro sentido de la vida), Granada y Madrid.

Los principales rasgos que ya tempranamente empezaban a definir a Francisco fueron su inteligencia y las amistades que forjaría y que perdurarían largo tiempo.

Al contraer un catarro pulmonar agudo no pudo examinarse de Jurisprudencia en Barcelona, de modo que tras haber sido aceptada la propuesta de realizar este examen en Granada, volvió a su tierra natal donde permaneció nueve cursos académicos hasta mudarse definitivamente a Madrid tras obtener en 1859 la licenciatura en Derecho Civil y Canónico, y hacer los estudios del Bachillerato en Filosofía y Letras durante cuatro cursos. Esta Universidad debía de ser tradicional y Francisco siempre se lamentó de deficiencias en su saber por haberse educado en el encuentro de las tendencias literarias y no con las propiamente científicas que él veía encarnadas en la enseñanza de Sanz del Río.

Sus aficiones eran la pintura (que abandona pronto) y la música (que no abandonó nunca ejecutando en las horas familiares fragmentos clásicos al piano o al armonium, siendo Mozart su favorito).

En su último año en Granada, participa en una primera obra de actividad social, la Revista Meridional (publicación mensual con temas literarios con otros estrictamente filosóficos y las poesías románticas con artículos sobre cuestiones científicas) donde vieron la luz sus primeros trabajos literarios pero sin especial importancia, ya que el interés de la revista residía en los orígenes de la personalidad de Francisco, que aparecían en la revista definidos y tensos como su espíritu filosófico, la acción social educadora y la multiplicidad de intereses o inextinguible curiosidad.
En 1875 tuvo que abandonar sus estudios, y fue encarcelado en Cádiz por oponerse a las normas de la religión católica y a la monarquía.
Al año siguiente, en 1876, fundó, junto a Gumersindo de Azcárate y Nicolás Salmerón, la Institución Libre de Enseñanza (ILE); un centro educativo privado basado en modelos pedagógicos modernos, laicos y progresistas, que se proponían como alternativa a la enseñanza oficial dominada por la Iglesia.
Finalmente, Francisco Giner de los Ríos, murió en Madrid en el año 1915.

Como dato a destacar, vemos fundamental explicar que él, aparte de ser liberal, era católico; y tuvo el dilema de elegir entre la religión y la enseñanza, ganando esta última que estaba ligada a la libertad. Se apartó de la Iglesia aunque sus creencias seguían con él.



3.      PENSAMIENTO PEDAGÓGICO

Giner pensaba que a los jóvenes se les enseñaban multitud de cosas pero no tan importantes como enseñarles a pensar o vivir. Giner parte de esta idea, que desarrolló en su ensayo Instrucción y Educación.
La educación en España sólo daba importancia al intelecto y era meramente instructiva. Esto hacía que se impidiese todo razonamiento, lógica y argumentación al alumnado y no pudiese desarrollarse la imaginación, la originalidad, la personalidad de éstos.

Para Giner la educación estaba estancada, siendo la actitud, por ejemplo, la memorización sistemática que se le pide a los alumnos, una completa inconveniencia que beneficia la envidia, o casos de  agresividad.
Según Giner, había que enfatizar el carácter educativo en los cursos de primaria, donde  difícilmente se encontraba. De esos cursos, trasladarlo a los superiores. Para esto, había que conseguir que la asignatura se pudiese transmitir de manera “coloquial”, habitual. Y era fundamental denunciar la situación, ya que si no, no se podría conseguir nada.
Diferenció dos momentos educativos: La educación primaria y secundaria por un lado, que se correspondía con una educación general  para la vida, mientras que la segunda era la especialización, la planificación a la educación universitaria.
Defendía el método intuitivo, clave de la formación según Giner, ya que “exigía del discípulo que pensase por sí mismo”. Era “el método”.
Él pensaba que debía estar al mismo nivel el alumno que el profesor, algo que envidiaba de la Antigua Grecia. Así que se suprimieron los elementos que indicaban diferencias entre los dos, así como estrados. Así como que el niño no era un ser para que fuese memorizando cosas y aprendiéndolas hasta que no pueda más; si no que lo  que se le enseñaba, debía de ponerlo en entre dicho.
Pero retomando uno de los puntos anteriormente citados, el profesor era muy importante en el sistema educativo: es quien debía guiar al alumno, el que debía hacer que se cuestione lo enseñado. Tenía que tener siempre presente a sus alumnos. De hecho, Giner daba claves para ser un buen profesor, pero también a la sociedad en general para que diesen facilidades a los profesores para conseguir que éstos hiciesen ascender la vida al mayor nivel posible, no sólo en el ámbito intelectual sino también en el moral.


4.      INSTITUCIÓN

Giner de los Ríos fue el director de la Institución Libre de Enseñanza (ILE).Ésta nace siendo un lugar en el que se acogen a los niños y jóvenes españoles con el propósito de dar respuesta a la demanda que se venía pidiendo desde finales del s. XIX y principios del s. XX: realizar una modernización a nivel cultural y pedagógica en España. La idea definitiva de crear esta institución la realizó tomando como referencia la Universidad Libre de Bruselas.
En 1876, él y otros krausistas, como Salmerón o Moret, elaboraron las bases de lo que sería la ILE, incluyendo uno de los aspectos más importantes como era la financiación (acciones de 250 pts).
Los medios de aquel entonces, los diarios, transmitieron ese carácter y afán de libertad con el que se crea la Institución, beneficiándola de tal modo que  consiguiera tener sus primeros socios.
Las personas que conformaban la Institución en sus inicios eran contrarios a la Restauración: profesores universitarios de ideales liberales y humanistas, como Salmerón, Eugenio Montero Ríos o González Linares. Todos ellos bajo la dirección de Giner de los Ríos.

La ILE comienza a funcionar el 26 de octubre de 1876. En los inicios funcionaba como un centro dedicado a las enseñanzas universitarias, aunque más adelante la Institución se acercó a los alumnos de segunda enseñanza (cultura general).
El proyecto educativo de la Institución tenía como objetivo principal una amplia reforma pedagógica basada en las corrientes europeístas y de la pedagogía moderna. De esta manera, autores como Froebel o Rousseau van a influir directamente en la institución.
Otro de los principios más destacados de la ILE es que se trataba de una educación neutral, es decir, no estaba ligada a ningún movimiento filosófico, ni partido político ni religión, como se hace referencia en el Art.15 de sus Estatutos. Apuesta por una educación basada en los valores morales, dejando en manos de los padres la elección de la religión del niño.
En el Artículo 16 de los Estatutos, ya referente a la Institución, se exponen claramente las actividades de las que se encargará la institución como son: estudios de cultura general y profesionales (con los efectos académicos que les conceden las leyes de estado); conferencias y cursos breves de carácter (ya científico, ya popular); una Biblioteca y los Gabinetes dotados del material correspondiente.
La institución propuso la educación primaria y secundaria como un proceso o grado único y global de educación general. El siguiente grado vendría a ser la educación universitaria.

En cuanto al papel del profesor, la ILE pretendía cambiar la imagen que había del profesor autoritario que se limitaba a explicar las lecciones a otro que actúa más como un mentor, de actitud más paternalista.
Una de las inquietudes de Giner era precisamente relacionada con el  profesorado. Pensaba que también recaía parte de culpa de la mala situación en la que se encontraba la enseñanza. Así lo recogió en los Art.17 y 18 de los Estatutos de la ILE, en los que se expresa que darán importancia a su vocación, severidad o dotes de expositores entre otras ideas.

Otro aspecto innovador de la ILE fue el principio de coeducación que consistía en la unión dentro de las aulas de niños y niñas, es decir, que el contexto educativo fuese mixto. Esta reforma fue objeto de múltiples críticas de la sociedad de la época, lo que produjo que apenas acudiesen niñas a la Institución.

En el curso del 1878, se introdujo la Primaria ya que se decía que los niños eran como esponjas que absorbían todo el conocimiento, por lo que era importante establecer desde la base los conocimientos que querían innovar, los referentes a la vida. Se centraron en la primera y segunda enseñanza, observando que aunque los resultados de los alumnos de los cursos superiores (Bachillerato) fueron buenos, no recibieron suficiente formación básica. Fue debido a esto el por qué se centraron en la Educación Primaria, cursos que les permitía tener la misma base en todas las categorías.
Gracias a las influencias francesas que acercó Torres Campos, el representante de la ILE que mandó Giner a la Exposición Universal en París, se integraron innovaciones pedagógicas en sus programas.
Se proclamaron defensores de la enseñanza intuitiva, en la que no había espacio para los libros ni deberes.


5.      INFLUENCIAS

El pensamiento de Giner de los Ríos lo ubicamos dentro del movimiento filosófico del Krausismo, que consiste en la reestructuración de las ideas políticas y sociales que estaban ligadas a los dogmas de la religión. La idea de Giner como educador era la de reformar una sociedad española que se encontraba en plena crisis debido a la pérdida de colonias. De esta manera, aparece el Krausismo, una corriente basada en la armonía, el culto a la ciencia, el moralismo y la fe en el hombre. Este último aspecto es importante destacarlo, pues Giner buscaba en la educación y en la enseñanza el camino para reformar España, y esto sólo era posible si realmente se creía y había fe en lo que el hombre era capaz de hacer.
Por otro lado, sus ansias de conocimiento le permitieron conocer diferentes líneas de pensamiento filosófico. Recibió influencias de Kant y Rousseau, recogió el sentido de unidad de Hegel, la naturaleza y espíritu de Schelling, las corrientes del positivismo, la sociología o la escuela teológica.

El Krausismo era la corriente filosófica por excelencia de la segunda mitad del siglo XIX en España, era una filosofía en constante cambio, no había nada definido sino que se iba adaptando a los tiempos para dar solución a los diferentes problemas sociales, científicos, políticos…
Hay que decir que en ocasiones los krausistas españoles diferían con posturas totalmente contrarias a las de Krause.
Pasamos a hablar del origen del Krausismo y, para ello, hay que mencionar a Karl Christian Friedrich Krause, filósofo alemán que comienza estudiando teología pero finalmente se ve atraído por la filosofía; su obra no se llegó a consagrar en vida ya que estaba envuelto en numerosos altercados políticos y con la masonería. Tras su muerte con 51 años de edad su obra, que fue enorme, toma conciencia con algunas obras publicadas en vida y otras tras su muerte por sus discípulos.

El Krausismo llega a España de la mano de Sanz del Río que comienza una españolización de las doctrinas alemanas para adaptarla a las necesidades de la sociedad española. Surgiendo así el krausopositivismo, donde para los krausistas de fin de siglo, Krause, era solo una referencia del que ignoraron prácticamente todo.
A su vez, para hablar del Krausismo en España hay que hablar de Sanz del Río, su introductor en España. Del Río leyó la filosofía de Krause con textos de Ahrens y es un error pensar que  lo trajo al regreso de sus viajes por Alemania. Se le nombró catedrático de historia de la filosofía en la Universidad Central y se le obligó a viajar a Alemania donde estudió durante dos años la filosofía de Krause. Sanz estaba convencido que esa doctrina era la que necesitaba su país, España. Él expuso las líneas maestras del pensamiento de Krause por las que estaba convencido. Veía la posibilidad real de tener un conocimiento científico del Ser Absoluto  y en segundo lugar que la ciencia se componía de dos partes: la analítica y la sintética que componían la metafísica krausista, pero que iba a tener muy poca repercusión en el movimiento español. Sería el “Ideal de la Humanidad para la vidala obra que marcó el camino a seguir por los krausistas españoles a partir de 1860.

Entre la obra de Krause y la de Sanz del Río, hay grandes diferencias, ya que no se dedica a traducir, si no que comenta, añade o suprime libremente. En la obra aparecen 23 mandamientos de la moral ideal, de los cuales citaremos varios para rescatar la moral del krausismo español más acertadamente: Generales:: “Debes conocer, amar y santificar la naturaleza, el espíritu, la humanidad sobre todo individuo natural, espiritual y humano” : Debes conocerte, respetarte, amarte, santificarte, como semejante a Dios, y como ser individual y social juntamente” : “Debes conocer, respetar, amar tu espíritu y tu cuerpo y ambos en unión, manteniendo cada uno y ambos, puros, sanos, bellos, viviendo tú y en ellos como ser armónico.” : “Debes amar a todos los seres y a ti mismo con pura, libre, leal inclinación.”  Particulares: 18º: “Debes estimarte y amarte no más que estimas y amas a los otros hombres, sino lo mismo que los estimas a ellos en la humanidad” 20º: “ No debes ser orgulloso, ni egoísta, ni perezoso, ni falso, ni hipócrita, ni servil, ni envidioso, ni vengativo, ni colérico, ni atrevido; sino modesto, circunspecto, moderado, aplicado, verdadero, leal y de llano corazón, benévolo, amante y pronto a perdonar” 21º: “ Renuncia de una vez al mal y a los malos medios aun para el buen fin; nunca disculpes ni excuses en ti ni en otros el mal a sabiendas. Al mal no opongas mal, sino sólo bien, dejando a Dios el resultado. Moral altruista, sublime, desinteresada y religiosa”.
Sin embargo, todo este movimiento no fue únicamente construido por Sanz del Río, sino que una serie de hombres le acompañaron y ayudaron, divididos en dos generaciones. Los introductores en España fueron Sanz del Río, Fernando de Castro, Salmerón y Francisco Giner de los Ríos, con su inicio gracias a la publicación de el “Cours de Droit Naturel ou Philosophie du Droit de Ruperto Navarro Zamorano (1837). Tenían el deseo de llevar a cabo una profunda renovación de las universidades.

Podríamos decir entonces que tuvo  dos principales tipos de influencias:
-          Filosóficas (explicadas anteriormente)
-          Pedagógicas: Podemos dividir la pedagogía gineriana en dos vertientes: en primer lugar, la pedagogía de Giner estaba fuertemente influida por la pedagogía humanista de la Grecia Clásica, aunque los principales autores no aparecieran hasta el Renacimiento. Sus valores de educación armónica, sus ideales de libertad como condición para el desarrollo científico y la fe en el hombre como creador de sí mismo los encontró en pedagogos humanistas renacentistas como Guarino de Verona y Victorino de Feltre, Erasmo o Luis Vives. Esta primera corriente está muy ligada a su Teoría Educativa.
La otra vertiente se relacionaba con las propuestas pedagógicas ginerianas; en este caso las influencias que recibió estaban más orientadas a la Metodología. De la pedagogía francesa se podían destacar a Buisson y Pecaut; de la alemana a Froebel; de la inglesa a Spencer; de la norteamericana a James; y de la española a Montesino.



6.      ACTUALIDAD

Al preguntarnos si el legado pedagógico de Giner de los Ríos sigue teniendo vigencia en la actualidad o no, debemos analizar las leyes educativas modernas españolas: Aunque aún durante el régimen franquista, nos encontramos con la Ley General de Educación de 1970. Esta ley la podemos considerar como la base del sistema educativo actual, pues a partir de ésta se han ido produciendo reformas que han terminado desembocando en la actual ley de educación, la LOMCE.
Al centrarnos en la enseñanza primaria, se debe resaltar que para llevar a cabo los proyectos de Giner se ha necesitado mucho tiempo, además de que muchos de ellos no han sido posibles de realizar; también es importante señalar que muchos de los problemas actuales que tiene la educación son completamente distintos a los planteados por Giner debido al paso del tiempo.
Para Giner la educación primaria era la llamada Educación General Básica que “tiene por finalidad impartir una formación integral, fundamentalmente igual para todos y adaptada a las aptitudes y capacidades de cada uno. Comprende 8 años de estudio y escolariza niños entre los 6 y los 13 años, estando dividida en dos etapas: la primera para niños de 6 a 10 años, de carácter globalizado.; la segunda para niños de 11 a 13 años, existe una moderada diversificación por áreas de conocimiento”.  Analizando el texto, podemos ver de manifiesto las ideas de Giner en el sistema actual.
Por otro lado, la Educación Primaria está fundamentada en una educación preescolar de carácter voluntario (los padres deciden si su hijo debe o no acudir) para niños de hasta 5 años dividida en dos etapas: Jardín de Infancia de 2 a 3 años, de carácter “parecido al de la vida familiar” y la Escuela de Párvulos, para niños de 4 a 5 años, “donde se tiende a promover la virtualidad del alumno”. En la actualidad, la Educación Infantil sigue sin ser de carácter obligatorio, aunque no está dividida en las dos etapas mencionadas, sino que simplemente hay una educación infantil dividida en 3 etapas o cursos: 1º, 2º y 3º de Infantil.
En cuanto a la Educación Secundaria, prima la necesidad de que los individuos se iniciaran en esta a una edad más tardía y que se mantuviese un carácter general además de profesional.
El Bachillerato conducía a una titulación única y polivalente “comprendiendo, junto con las materias comunes y las libremente elegidas, una actividad técnico-profesional. Los tres cursos se desarrollan normalmente entre los catorce y dieciséis años”. Se pretendía una dirección del aprendizaje del alumno y no una enseñanza centrada en la explicación de la materia. Tendía a despertar y fomentar la iniciativa, la originalidad y la creación. En cuanto a los exámenes, se practicaba la evaluación continua y la Educación Física se impartía como una materia obligatoria.
Por último, la Universidad se basaba en tres modelos: el inglés, el germánico y el latino.

Hoy en día se mantiene la fundación Francisco Giner de los Ríos (Institución libre de enseñanza) que se encuentra en el mismo lugar de la ILE, que con la entrada de la constitución de 1978 recuperó su patrimonio y estableció unas líneas de actuación: publicación del boletín, reconstrucción de la biblioteca y desarrollo de iniciativas culturales y educativas. Además tiene acuerdos con diferentes instituciones, entre ellas la Fundación Estudio (uno de los centros que se desarrollan a continuación). La fundación también organiza unas colonias de vacaciones a modo de campamento en zonas rurales.
A su vez, nos encontramos con que hay centros educativos en los que se sigue la metodología y base ideológica de la ILE. Nos centramos en tres: el Colegio Estudio , el Colegio Estilo (situados ambos en Madrid) y el Colegio Buen Pastor en Sevilla.

-          Colegio Estudio: Su modelo pedagógico está basado en la individualización de la enseñanza de sus alumnos, de esta manera, se tienen cubiertas sus necesidades específicas. Fomenta la idea de que sea el propio alumno el que vaya construyendo poco a poco su propio conocimiento, de esta manera, la labor principal del equipo docente, es observar y escuchar las ideas de los educandos, ratificándolos cuando sea preciso y, así, asegurar el que desarrollen un pensamiento crítico adecuado.
-          Colegio Estilo: Se trata de un colegio artístico, intelectual y laico fundado por Josefina Aldecoa en octubre de 1959; quien explica su surgimiento debido a “la necesidad de una escuela libre, moderna y europeísta que acogió desde el primer momento a hijos de intelectuales, escritores, artistas y a todos los que deseaban una educación diferente, creativa, intelectual y laica”. Se trabaja sin libros de texto y son los niños quienes ilustran sus cuadernos como en el sistema de la Institución Libre de Enseñanza. El arte es bastante valorado y asignatura fundamental desde los tres años. Además, hay un seguimiento individualizado de cada alumno. Su filosofía establece que “enriquecer el lenguaje es la primera y fundamental meta en toda educación; que las matemáticas y las asignaturas científicas conforman un bloque educativo y vertebrador; lo humanístico, la historia, la geografía, la historia del arte y la historia de las religiones contribuyen a la sofisticación y al refinamiento cultural para poder disfrutar la música, la historia de la ópera, la clase de orquesta y el ballet clásico, que potencian los sentidos y la sensibilidad; el arte y la plástica son una seña de identidad incuestionable. Con el drama, la clase de teatro, los niños se acostumbran a hablar en público y perder el miedo escénico; la educación física fomenta la solidaridad, la deportividad y el sentido de equipo”. Comprende la Educación Infantil y la Primaria.
-          Colegio Buen Pastor: Es un centro privado en Bachillerato y Concertado en Infantil, Primaria y Secundaria. Se estudian los mismos contenidos desde Infantil hasta Bachillerato, variando el grado de dificultad, la cantidad de objetivos y el modo del aprendizaje. Consideran que sólo una metodología individualizada de enseñanza aprovecha las capacidades de cada alumno. Defienden la impartición al aire libre en contacto con su entorno escolar urbano y rural para observar aquello que después aprenderán teóricamente.





Miembros Grupo 1:

Alejandro Monteserín del Álamo
Geneva Larrode Castro
Jorge Riesco Revuelta
Marta Torres Torres
Nerea Rueda Olivera

                                                                                                                                      

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